29/09 a 2/10 • CDN – Sala Valle-Inclán
La casa
Fotografía: Javier Marquerie Bueno
Coreógrafa, performer, pedagoga, yudoka, madre… Aitana Cordero, madrileña de largo recorrido, formada en la SNDO y curtida fuera de España, compartió en Madrid por primera vez su trabajo en 2014, acogida por el desparecido ¿Qué puede un cuerpo? Desde entonces hemos podido acercarnos a su hacer en ese triángulo que en estos tiempos forman LCE, CA2M y Teatro Pradillo a través de obras como Los Dúos, ¿Solo…?, Sweet o Los Besos.
Coreógrafa contundente y de altas intensidades, de aquel gran campo de lenguajes que nos hemos malacostrumbrado a no ver por aquí, sus obras gravitan sobre el «encuentro entre cuerpos, la intimidad, la senxsualidad, la fisicalidad de la violencia, la exploración de los protocolos y convenciones de las artes escénicas…». Trabajos que poco a poco crean complejos mundos de materiales e ideas que en su compromiso extremo con la práctica, en su no poder parar de acumularse en sucesivas construcciones y reconstrucciones, desbordan las preguntas de las que parten, abriendo irreversiblemente la escena, los cuerpos y las cabezas.
Ahora, bien acompañada por un gran equipo, por fin estrenará una obra en Madrid. Expectantes es poco.
>Textos de/sobre Aitana Cordero.
EL lugar sin límites 2016 