Grado 0. Un diario . Día 1. This is not a contemporary performance.

Querido Ivo:

Afortunadamente, como bien señalabas ayer, nada era lo que parecía. Ni estábamos ante una performance contemporánea, ni el festival parecía un festival, un poco triste, sin fiesta. (¿Hubo fiesta y alcohol después? No lo sé, no me lo pareció, no esperé el tiempo suficiente). Ni siquiera tu pelo era tu pelo. Y tú mismo te encargaste de ironizar sobre todas aquellas cosas que convertían tu íntimo concierto en otra cosa: la luz, el humo, la reverb. Fina ironía, que escondía un juego de aterrizaje sutil después del subidón emocional de cada canción.

Si tu concierto de ayer (o mejor, tu conjunto de canciones, pues renuncias deliberadamente a “jugar” con elementos, tempos o cadencias tópicos y clásicos de los conciertos que tan fácil te podría resultar) hubiera sido una contemporary performance, como la que ofrecerás el fin de semana, hubiera tenido que hacer el esfuerzo de hurgar entre las diferentes capas del discurso y la forma, ese esfuerzo que se nos exige tantas veces, irreversible y cansado, a veces, gratificante.

Así que agradecí soberanamente tu trabajo, el prodigioso sonido de tu voz. Para mi, al menos, desentrenado y cansado, fue maravilloso no tensar amargamente el pensamiento ya el primer día.

Sin embargo. A pesar de que mi inglés es pésimo y me perdí muchas de las cosas que nos contaste y cantaste ayer y, a pesar de que he buscado como un condenado las letras de tus canciones, con tiempo para poder usarlas en este post y no las he encontrado, hay tantas capas profundas en lo que cuentas, en lo que cantas, que es difícil abandonarse simplemente al placer de la escucha. Puede que sangre y amor fueran las palabras que más reconocí anoche. Lágrimas, llorar. Caer. Es el amor, estúpido. Esas otras capas están en nuestra percepción en un nivel mucho más subjetivo que los conceptos o los formatos. En esas capas reconocemos lo que queremos reconocer y nos apropiamos de ello. Escuchamos lo que nos interesa y le damos vueltas. Me preguntaba si hay algo más importante que hablar que de la sangre y el amor. Si en realidad podemos hablar de otra cosa. Si es necesario hablar de otra cosa. Y, sobretodo, si es posible hablar sin desnudarse como tú lo haces, desnudar la palabra y el sentimiento. Aunque, claro, tú tienes un don. Era extraño el confort que producía el desgarro. La dulce melancolía depositada. La vulnerabilidad destilada por una voz prodigiosa. Ese diálogo inquietante con el objeto del deseo.

Y fíjate qué obvio. Escuchándote me vino a la cabeza Orfeo. Tú te plantas ante un ejército de Cerebros Demandantes de Contemporary Food, les sueltas un puñado de hermosas canciones y les seduces irremediablemente (creo, a mi al menos sí, pero quizá yo no era un CDCF en toda regla). Seducción, hechizo órfico, belleza.

Tu voz es mitológicamente bisexual, hermafrodita. Un portento dual: frágil, poderosa. Tierna, inquietante. Brillante, oscura. Como el mismo Orfeo. Encantador de hombres, mujeres, animales, árboles y piedras. (Entre tú y yo, ofreces el más bello discurso transgénero, limpio de la maldita retórica. Te comparan con Antony pero creo que tu voz y tu presencia ofrecen un registro mucho más dramático, múltiple y erótico. Mucho más bello)

Aquí, ésta es la única lyric tuya que he encontrado.

One day I gonna push you unintentionally
and you gonna fall on the floor and break apart.
And I gonna feel so bad, so sad, so guilty when it happen.

And I see myself crying and
trying to collect the pieces from the floor
and put them together, but it won’t work.

That’s why I want to apologise to you now,
cos it’s gonna be too late after
I push you unintentionally
and you fall on the floor and break apart

A la muerte de Eurídice, Orfeo renuncia al amor de las mujeres y se reconforta con los hombres. Las bacantes, no pudiendo soportar esta traición, despedazan a Orfeo y esparcen sus miembros.

Muchas gracias, Ivo.
https://www.youtube.com/watch?v=PT8R8SXAqK0

Carlos Fernández

>Ciudadparaotravida.wordpress.com

 

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