- Texto: Óscar Cornago.
Mis ideas ya no interesan. Antes hacía cosas que interesaban. Bueno, tú no te preocupes, me dice un amigo. Haz cosas relajadas y verás como todo se arregla. Ideas relajadas. Un entrenamiento metafísico. Cualquiera puede hacerlo. Por las calles de Ginebra se ve gente practicando. Pasan imágenes de televisión mientras Óscar Gómez y Espe López las van comentando. Europa es una mierda. Una mierda colectiva, habría que añadir. Una mierda-red, performativa, intersubjetiva y hasta rizomática. Europa no es cualquier cosa. Europa es la introducción a la obra, la introducción a la vida, y la muerte. ¿Vivir simplemente o simplemente vivir? Atención, que no es lo mismo. Todos los que miran y no hacen nada, todos los que saben y consienten. Un continente de mirones blancos con buena voluntad. Filósofos mirones. Gente culta. Gente maja. Gente que todavía va al teatro, como antes iba a misa. Creyentes. Pero ahora ya no toca ir al teatro ni a la misa, es el momento de la performance y el compromiso. En escena hay que darlo todo. Al menos en escena. Solo así se hace algo creíble. “Cuarto de hora de cultura metafísica” es un poema del poeta rumano Ghérasim Luca —no está editado en castellano (http://editions-hache.com/luca/luca2.html)— en el que se la vida, la muerte, las ideas y las angustias se movilizan a través de una serie de sencillos movimientos. Una tabla de ejercicios para vivir simplemente. Varias personas de la asociación feminista de Móstoles se suman al entrenamiento. Al terminar nos informan de lo que hacen y de que dos de sus compañeras no han podido venir porque una chica había sido agredida esa misma tarde. Ejercicios colectivos para continuar siendo europeos. Estamos ahí.